LA EDUCACIÓN AMBIENTAL: UNA EXPERIENCIA INTEGRADORA

EN LOS SECTORES SALUD, EDUCACIÓN Y GOBIERNO LOCAL

 


ENVIRONMENTAL EDUCATION: AN INTEGRATING EXPERIENCE IN THE HEALTH, EDUCATION AND LOCAL GOVERNMENT SECTORS

 

Piscoya Bajonero, V. E.1

García Torres, M.2

Montenegro Camacho L.A.3

 

 

1 Estudiante Doctorado Universidad César Vallejo      mgarciat12@ucvvirtual.edu.pe

2 Estudiante Doctorado Universidad César Vallejo                 vpisb2016@gmail.com

3 Docente Doctorado Universidad César Vallejo     mcamachola@ucvvirtual.edu.pe

 

RESUMEN

La educación ambiental es un proceso orientado a la formación de una ciudadanía que desarrolle las habilidades y las actitudes necesarias para una saludable convivencia entre las personas, su cultura y su medio ambiente. En nuestro contexto existen experiencias en torno al desarrollo de la educación ambiental, sin embargo, se ha trabajado desde distintos sectores, pero, de manera desarticulada, lo cual ha determinado avances limitados. Teniendo en cuenta que dos de las mayores preocupaciones socio ambientales y a la vez, los grandes desafíos del siglo XXI son la educación ambiental y la participación ciudadana, este trabajo tiene como objetivo describir la situación de la educación ambiental en la ciudad de Bagua Grande, a partir de lo cual se busca proponer un modelo de gestión para conseguir la articulación de la educación ambiental en función del trabajo concertado entre los sectores salud, educación y el trabajo del gobierno local. Se tuvo como muestra del estudio a 260 pobladores de Bagua Grande. Para la recolección de datos se aplicó un formulario de Google Drive, conformado por 24 ítems. Por consiguiente, es un trabajo descriptivo propositivo, que pretende formar ciudadanos con criterios de sustentabilidad, esperando que el contexto donde residen presente mejores niveles de cuidado ambiental propiciando a su vez, mayor calidad de vida.

Palabras claves; Educación ambiental, participación ciudadana, sustentabilidad.

 

ABSTRACT

Environmental education is a process aimed at the formation of a citizenry that develops the skills and attitudes necessary for a healthy coexistence between people, their culture and their environment. In our context, there are experiences around the development of environmental education, however, work has been done from different sectors, but in a disjointed manner, which has determined limited progress. Taking into account that two of the greatest socio-environmental concerns and, at the same time, the great challenges of the 21st century are environmental education and citizen participation, this work aims to describe the situation of environmental education in the city of Bagua Grande, at From which it seeks to propose a management model to achieve the articulation of environmental education based on the concerted work between the health, education and local government work sectors. The study sampled 260 Bagua Grande residents. For data collection, a Google Drive form was applied, consisting of 24 items. Therefore, it is a descriptive purposeful work, which aims to train citizens with sustainability criteria, hoping that the context where they reside will present better levels of environmental care, promoting in turn, a higher quality of life.

Keywords:  Environmental education, citizen participation, sustainability.

 

INTRODUCCIÓN

 

Durante mucho tiempo, la educación estuvo centrada en la individualidad, por lo que se dice que fue antropocéntrica, sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo pasado, estimulada por los problemas ecológicos que ya se empezaban a sentir, debido al desarrollo del modelo industrializador y de la tecnociencia sobre la naturaleza, surge la educación ambiental, como una corriente educativa con un campo de acción más amplio (Novo, 2009, 198)  

En los diferentes eventos internacionales en torno a la educación ambiental fue variando progresivamente su protagonismo. Entre la conferencia de Estocolmo y el Seminario de Belgrado se establece como objetivo el de educar a las personas para conservar el medio. A inicios de la década del sesenta del siglo XX, todavía persiste el denominado antropocentrismo. Pero a partir de la primera Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental celebrada en Tbilisi (1977) se subraya el empeño de educar para concienciar a las personas sobre la importancia del medio para la vida de las personas, en tanto es un sistema del que depende. Posteriormente en la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro (1992) la educación ambiental ratifica el compromiso de ayudar a conseguir un nuevo modelo de desarrollo. De esta cumbre emana el tratado de Educación Ambiental para sociedades sustentables y responsabilidad global, donde se establece el compromiso de los educadores ambientales para la transformación social desde los ámbitos locales y comunitarios. (Gonzáles y Arias, 2009, 60,61,62).   

Frente a la conceptualización de la educación ambiental como una herramienta desligada del contexto y centrada en acciones desvinculadas del medio, surge una opción dialógica caracterizada por una saludable inter relación entre el sujeto y el medio. (García del Dujo y Muñoz Rodríguez, 2013, 210)

En relación a la educación ambiental existen distintas perspectivas teóricas, entre las cuales destacan las agrupadas a partir de la perspectiva del discurso racional. Comprende las opciones teóricas que proponen comprender la complejidad del discurso teórico de la educación ambiental en base a la elaboración de un discurso racional de entendimiento que permita desarrollar una educación ambiental desde un punto de vista estratégico y operativo. Entre estas opciones están la racionalidad teórica, la racionalidad tecnológica y la racionalidad sociocrítica. (Caride y Meira, 2001, 190-2014)

A pesar de los diversos esfuerzos emprendidos para preservar los recursos que nos brinda la naturaleza, no se ha logrado detener el detrimento ambiental, debido sobre todo por la agresión cotidiana que ocasionan los seres humanos por la carencia de conciencia ambiental.  

En el presente se considera a la educación ambiental como un medio de importante efectividad para promover la concientización en la ciudadanía acerca del imperativo de conservar el ambiente a fin de conseguir una mejor calidad de vida no sólo de las generaciones presentes, sino de las del futuro. Por ello, no se puede reducir la educación ambiental a una cuestión temática, pues el medio ambiente es una realidad permanente, cotidiana y fundamental. (Valdivia, Rodríguez y Arteaga,2019)

La educación ambiental dentro de un enfoque crítico, reflexivo y de conocimiento y cuestionamiento de la realidad concreta, sostiene que en esta realidad no están, por un lado, los problemas sociales y por otro, los desastres ambientales, sino que se expresan juntos, incorporando las dimensiones histórica, social, cultural y científica. (Roncal, 2015, 65)

El enfoque de la educación ambiental denominado crítico, tiene como propósito central fortalecer la participación ciudadana como medio para el cambio estructural del modelo socioeconómico. Desde esta perspectiva, el rol de la educación ambiental adquiere una aceptable dimensión político-organizativa, propulsora de acciones colaborativas entre sectores para el bienestar común. (Negrete y Piñar, 2015, p 324)

La educación ambiental es el elemento esencial para conseguir cambios de actitud y aptitud y para lograr un entendimiento saludable entre los individuos y su contexto natural. Pero es necesaria la participación de los diferentes grupos de personas e instituciones para contribuir a la solución de los múltiples problemas ambientales. (Severiche, Gómez y Jaimes, 2016, 267)

A nivel local, resulta imprescindible la participación ciudadana para identificar los factores que influyen en la gestión ambiental. Los ciudadanos o actores sociales son elementos insustituibles para la interacción que posibilitan el éxito de un plan de acción diseñado en función de cualquiera de los modelos de desarrollo sostenible. (Estuardo y Roldán, 2015, 31)

La tarea de educación ambiental, por consiguiente, no es exclusiva de una disciplina o de una institución, implica la participación de la familia, las instituciones educativas, las organizaciones de salud, el gobierno local, entre otros, para alcanzar el desarrollo sostenible o sustentable.

Por supuesto, que la problemática es compleja, en tanto las limitaciones para promover la educación ambiental se presentan a todo nivel. Al interior de las mismas familias existen limitaciones no solo en relación con la formación que tienen respecto de la educación ambiental para el desarrollo sostenible comunitario, sino también respecto del aprovechamiento del escenario comunitario y sociocultural de las familias para promover la educación ambiental, desde una óptica de desarrollo sostenible local. Además, la escuela no cuenta con estrategias adecuadas para atender esa limitación de las familias. (Contreras, Pérez y Hernández, 2018, 407)

A nivel de educación superior, existen también deficiencias en la formación universitaria, en relación a la dimensión ambiental. En el caso de los profesionales de la salud y específicamente los médicos cubanos, esas deficiencias resultan de mayor trascendencia, por cuanto se ha comprobado la vinculación entre los problemas medioambientales y la aparición de enfermedades respiratorias agudas, las enfermedades diarreicas agudas, varicela, dengue y hasta reemergencia de la malaria. (Rodríguez, Vicedo, Feijoo y Obregón, 2016, 384)

Acerca de esta relación resulta interesante revisar algunos estudios como el vinculado con el consumo de agua y las enfermedades, por cuanto un adecuado abastecimiento de agua potable para beberla y lavar los alimentos, permite disminuir la transmisión de enfermedades provocadas por virus, tales como enterovirus (faringitis febril, erupciones cutáneas, poliomielitis, etc.), virus de la hepatitis (hepatitis A, B, C, D), calcivirus (gastroenteritis), rotavirus (diarrea acuosa y vómitos, sobre todo en niños), entre otros. (Mayhua, Pompeyo, Gonzales, Franbalt, y Gonzáles, 2019)

Frente a esto se vienen aplicando metodologías participativas en el campo de la salud ambiental en todo el mundo, estas metodologías posibilitan la conducción de prácticas de educación ambiental vinculadas con la pedagogía freireana. Considerando que los profesionales de salud cumplen un rol fundamental para conseguir la salud del planeta, es recomendable articular medios que permitan la integración de acciones de salud y sustentabilidad ambiental. Uno de los importantes deberes de los profesionales de la salud es contribuir en el desarrollo de la conciencia ambiental, no solo de individuos, sino de diversos conjuntos de pobladores.  (Ribeiro y otros, 2018, 149)

En cuanto a las organizaciones de salud, estas tienen la obligación de ser socialmente responsables, dadas las características del servicio que presta a la sociedad. Se ha logrado establecer ciertas regularidades como la confluencia entre las actividades de salud y el concepto de responsabilidad social, en función del desarrollo de los componentes culturales éticos y ambientales en las organizaciones. En el marco de la responsabilidad social, no obstante que se reconoce a nivel internacional el impacto social y ambiental de las acciones que se desarrollan en las organizaciones de salud, aún no se cuenta con investigaciones orientadas a valorar esa temática. (Terán Rosero y otros, 2017, 7)

Otro trabajo importante también es el que resume la perspectiva de sustentabilidad ambiental  de 11, 000 científicos, en el que se plantea entre las seis medidas urgentes para afrontar la crisis climática, la de cambiar la alimentación, incidiendo en el consumo de productos vegetales antes que animales, lo cual según los científicos, no sólo liberará el uso de tierras para permitir el cultivo de alimentos para el hombre, sino que también disminuirá de manera significativa las emisiones de metano y otros gases de efecto invernadero. (Escobar, 2019, 248)

 

 Respecto al trabajo realizado por los gobiernos locales en nuestro medio no existe una política de educación ambiental municipal con la cual se busque aportar en el mejoramiento de la calidad ambiental y en la conservación de los recursos ambientales y ecosistémicos de una localidad. A diferencia de otros países donde a nivel municipal se considera a la educación ambiental como un asunto de agenda pública, implementando una política en la que se establecen los conceptos y lineamientos estratégicos para que las organizaciones respectivas diseñen y ejecuten programas y proyectos en el marco de educación ambiental. Es el caso del municipio de Santiago de Cali, donde, atendiendo al llamado del gobierno central para contextualizar la Política Nacional de Educación Ambiental, se llegó a formular una política municipal que responde a las limitaciones y potencialidades del contexto. (Martínez y Sánchez, 2018, 52) 

En nuestro país existen tres propuestas de políticas en el terreno educativo; una es la política nacional de educación ambiental, que casi por cinco años estuvo en proceso de consulta; otra, está inmersa en el Diseño Curricular Nacional, la misma que nos interroga si estos lineamientos servirán para promover la conciencia ambiental; y la tercera es la propuesta diseñada por el Consejo Nacional del Ambiente, en torno a cómo desarrollar en los ambientes escolares la Educación Ambiental.

MATERIALES Y MÉTODOS

El enfoque de la investigación es cuantitativo y su diseño descriptivo propositivo. La población en estudio estuvo conformada por 20 000 pobladores mayores de 17 años, de la cual se obtuvo mediante procedimientos estadísticos una muestra de 260 habitantes.

Como instrumento se utilizó un formulario de Google Drive aplicado virtualmente, conformado por 24 preguntas, en la modalidad de escala de Likert. La validez del contenido se hizo utilizando juicio de expertos y para la validez de constructo se recurrió a la prueba estadística Anova que arrojó un valor de p < 0,01, es decir es altamente significativo. La confiabilidad del instrumento se hizo utilizando el indicador estadístico del Alfa de Cronbach que arrojó un valor > a 0,80 que califica al instrumento como confiable.

RESULTADOS

Las preguntas planteadas en el formulario aplicado correspondieron a tres dimensiones de la educación ambiental, las cuales son cognitiva, procedimental y afectiva. 

Respecto de la dimensión cognitiva se formularon ocho ítems, cuyos resultados presentamos a continuación:

              Tabla 1: Dimensión cognitiva de la educación ambiental

Ítems

Totalmente de acuerdo

De acuerdo

En desacuerdo

Totalmente en desacuerdo

El bienestar del hombre depende del cuidado y protección del medio ambiente.

40 %

23,3 %

33,3 %

3,3 %

En tu localidad existen distintos problemas que afectan al medio ambiente.

42,4 %

55,7 %

1,4 %

0,5 %

Los desechos orgánicos pueden convertirse en abono para la siembra.

37,1 %

27,1 %

32,9 %

2,9 %

Reciclar es convertir en nuevos productos a los materiales de desecho como envases, papeles, latas, etc.

34,8 %

29,0 %

35,2 %

1,0 %

Un ecosistema es un grupo de seres vivos que coexisten en un mismo hábitat.

29,5 %

31,0 %

39,0 %

0,5 %

La contaminación ambiental produce alteraciones directas en los ecosistemas.

33,8 %

31,4 %

32,4 %

2,4 %

La contaminación ambiental no produce ninguna enfermedad en las personas.

33,8 %

22,4 %

38,6 %

5,2 %

Para mejorar la calidad del suelo y del aire debemos sembrar árboles.

46,2 %

18,1 %

34,3 %

1,4 %

             Fuente: Elaboración propia

 

En términos generales, del análisis de la dimensión cognitiva se infiere que si bien es cierto un grupo importante de pobladores de Bagua Grande presentan claridad en cuanto a lo que implica la educación ambiental, otro grupo significativo demuestra serias carencias en este aspecto. Muchos de ellos no entienden que nuestro bienestar depende del cuidado y protección del medio ambiente (33,3%), desconocen lo que es un ecosistema (39 %), lo que es el reciclaje (35,2 %), los efectos de la contaminación ambiental (32,4 %), el uso de los desechos orgánicos para convertirlos en abono (32,9 %) y los beneficios del sembrío de árboles. Además, un porcentaje alto de habitantes (98,1 %) precisa que en su localidad existen distintos problemas que afectan el medio ambiente y otro grupo (56,2 %) afirma que no hay relación entre contaminación ambiental y enfermedades del ser humano.  

              Tabla 2: Dimensión procedimental de la educación ambiental

Ítems

Totalmente de acuerdo

De acuerdo

En desacuerdo

Totalmente en desacuerdo

Se debe evitar el arrojo de basura en las calles y en el campo.

41,9

13,8

39,0

5,2

La basura que se produce en casa se puede clasificar en orgánica e inorgánica.

31,0

29,0

36,7

3,3

Es necesario participar en el cuidado de las áreas verdes de nuestra localidad.

41,0

26,7

32,4

-

Se debe reutilizar el papel en el desarrollo de nuevas actividades.

29,5

26,7

41,0

2,9

Al menos algunos días debemos practicar la alimentación saludable.

36,2

37,6

24,8

1,4

Sólo cuando presentamos problemas de salud debemos recurrir a la atención médica.

19,0

51,4

22,9

6,7

Se debe quemar los desechos al aire libre.

30,0

36,2

26,7

7,1

La mayor parte de ciudadanos usa responsablemente el agua

6,2

34,8

57,1

1,9

              Fuente: Elaboración propia

Respecto de la dimensión procedimental que se relaciona con la realización de acciones u operaciones sobre el medio ambiente, ya sea de manera práctica o mental, se infiere que al igual que en el caso de la dimensión anterior, junto a un grupo de ciudadanos que muestran predisposición para actuar positivamente sobre el medio ambiente, se verifica que hay otro segmento social que muestra lo contrario. Una cantidad significativa de ciudadanos considera como inevitable arrojar basura en las calles y en el campo (44,2 %) o quemar desechos al aire libre (66,2 %), para ellos no es posible participar en el cuidado de áreas verdes de su localidad (32,4 %), clasificar la basura que se emite en el hogar (40 %), reutilizar el papel (43,9 %). En relación, al uso de agua se considera que la mayor parte de pobladores no usa responsablemente el agua (59 %). Respecto a la alimentación saludable el 73.8 % indican que al menos algunos días se debe practicar la alimentación saludable y en relación a la salud preventiva se verifica que el 70.4 % considera que sólo se debe recurrir al servicio médico cuando se tiene problemas de salud.

 

             Tabla 3: Dimensión afectiva de la educación ambiental

Ítems

Totalmente de acuerdo

De acuerdo

En desacuerdo

Totalmente en desacuerdo

Muchos ciudadanos son responsables de la contaminación ambiental.

20,5

25,7

51,4

2,4

Los seres humanos abusamos de los recursos naturales.

27,6

28,1

43,8

0,5

Si se sigue abusando de la naturaleza se producirá una catástrofe medioambiental. 

28,1

24,3

41,9

5,7

Hay preocupaciones sociales más importantes que cuidar el medio ambiente.

18,6

41,9

29,5

10,0

Se necesita mayor participación del gobierno local en la protección del medio ambiente.

64,3

34,8

1,0

-

Las especies vegetales y animales tienen derecho a existir al igual que los seres humanos.

38,1

21,9

38,6

1,4

Tu calidad de vida en el ámbito ambiental es buena.

5,2

37,1

51,4

6,2

Las instituciones educativas, el sector Salud y el gobierno local deben trabajar la educación ambiental de manera articulada.

68,6

30,0

1,4

-

Fuente: Elaboración propia.

Desde la perspectiva de la dimensión afectiva relacionada con las predisposiciones relativamente estables de los individuos, para desenvolverse de acuerdo con los valores que asume (respeto al medio ambiente) se observa que el 46,2 % de encuestados asume la contaminación ambiental como una responsabilidad de los seres humanos, el 55,7 % también asume que las personas abusan de los recursos naturales, el 40 % no piensan que las especies vegetales y animales tengan los mismos derechos de los seres humanos. Así mismo, no se toma consciencia de que se puede producir una catástrofe medio ambiental si el ser humano continúa agrediendo al contexto natural (47.6 %), por lo que el 60,5 % piensa que hay preocupaciones sociales más importantes que cuidar el medio ambiente. En consecuencia, el 57,6 % de habitantes precisa que su calidad de vida en el ámbito ambiental no es buena, por ello mayoritariamente reclaman que se necesita mayor participación del gobierno local en la protección del medio ambiente. (99,1 %). Es más, el 98,6 % piensan que para afrontar de mejor manera la protección del medio ambiente las instituciones educativas, el sector Salud y el gobierno local deben trabajar la educación ambiental de manera articulada.

 

DISCUSIÓN

La educación ambiental es un proceso participativo que tiene como propósito concientizar a los ciudadanos, acerca de todo el perjuicio que esta produciendo a la naturaleza, orientándolos para que dejen de arrojar desechos sólidos en las calles o campo, dejen de quemar residuos, practiquen el reciclaje y una alimentación saludable, entre otros, de tal modo que se pueda contribuir a forjar un ambiente sano para todos.

Para lograr ese cometido es imprescindible que haya participación de la ciudadanía para que sea un proceso con una base social sólida, además, es necesario que se trabaje de manera interdisciplinaria e interinstitucional, a fin de que los esfuerzos sean saludablemente articulados como lo señalan Severiche, Gómez y Jaimes. (2016)

En nuestra localidad se necesita que haya entendimiento entre las instituciones y ciudadanos para que se trabaje articuladamente, por cuanto, es cierto que de alguna manera se ha emprendido algunas actividades en el marco de la educación ambiental, los esfuerzos han sido muchas veces infructuosos, tal vez por esa falta de coordinación.

Además, una de las instituciones que es una instancia intermedia del estado y tal vez la más cercana a la población, como es la municipalidad, no ha emprendido un trabajo de contextualización de la política nacional ambiental, lo cual es una obligación en el proceso de aplicación de la educación ambiental y que, en otros escenarios, como es el caso del municipio de Santiago de Cali, donde se consiguió la formulación de una política municipal que ha significado una respuesta a las limitaciones y fortalezas del contexto. (Martínez y Sánchez, 2018, 52)

Ese es el trabajo de contextualización del que adolecemos a nivel regional y local, por cuanto si existe una Política Nacional de Educación Ambiental diseñada y propuesta de modo Articulado por el Ministerio del Ambiente (MINAM) y el Ministerio de Educación (MINEDU), mediante un proceso descentralizado y participativo. En la mencionada política queda establecido que es de obligado cumplimiento por parte de todas las organizaciones a nivel nacional con el propósito de formar personas concientizadas ambientalmente para forjar, con la participación de todos, una sociedad inclusiva que proteja el medio natural. (MINAM, 2012)

Por su parte, a nivel de las instituciones educativas también suceden incongruencias en cuanto al desarrollo de la educación ambiental, pues se dejan notar carencia del trabajo interdisciplinario, poca claridad en la cuestión curricular, inadecuadas estrategias en el proceso de enseñanza-aprendizaje e incluso no hay propuesta para trabajar la educación ambiental a nivel de la familia, como sucede en otros escenarios como el descrito por Contreras, Pérez y Hernández (2018) para el caso de Cuba.

En el sector salud también se registran ciertas limitaciones que tienen que ver con la ausencia de una verdadera atención comunitaria, lo cual repercute en la generación de algunos estereotipos como pensar que no es necesario practicar la salud preventiva, sostener que la contaminación ambiental no guarda relación con la contaminación ambiental o no catalogar a la alimentación saludable como una verdadera alternativa de vida  a pesar que en una reunión de 11, 000 científicos del mundo se recomienda cambiar nuestros hábitos de alimentación, priorizando el consumo de vegetales, para así evitar la generación de gases que contribuyen al calentamiento global. (Escobar, 2019)

Urge, por lo tanto, reorientar la labor de educación ambiental en nuestro medio, donde los ciudadanos tienen claro que existen muchos problemas que afectan al medio ambiente, hacia una gestión concertada interinstitucional, teniendo como organizaciones que van a dinamizar el proceso a las instituciones educativas, el sector Salud y el gobierno municipal local, asumiendo que la educación ambiental es la esencia de una propuesta participativa de desarrollo humano, que busca concientizar a los pobladores para mejorar nuestro escenario natural  y garantizar un contexto saludable para todos.

 

 

 

 

CONCLUSIONES

En la dimensión cognitiva los pobladores encuestados evidencian relativa claridad en cuanto a la educación ambiental, pero a su vez, un sector importante de ellos demuestra carencias en ese ámbito como desconocer que nuestro bienestar depende del cuidado y protección del medio ambiente. Sin embargo, en medio de esto, un porcentaje alto de habitantes no deja de señalar que en su contexto existen distintos problemas que afectan el medio ambiente.

Respecto a la dimensión procedimental destacan dos aspectos que no se pueden perder de vista, uno es el relacionado con la predisposición a practicar la alimentación saludable; y otro, el que no toma muy en serio lo que involucra a la salud preventiva, aspecto muy importante para conseguir la mejora de la calidad de vida de la población.

En la dimensión afectiva, se acentúan en la población hasta tres elementos distintivos, uno que considera que su calidad de vida en el ámbito ambiental no es buena y  otro, que solicita mayor participación del gobierno local en la protección del medio ambiente. Y por último, la propuesta de acción conjunto de las instituciones educativas, el sector Salud y el gobierno local en la protección sistemática del medio natural.

 

 

 

 

 

 

  

  

 

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